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martes, 13 de diciembre de 2022

Ejemplo monumental; La Casa Grande, hoy centro de Salud

En el año 1981 los vecinos de Paracuellos de Jarama presionaron para que siguiera en pie la Casa Grande, hoy centro de Salud y que por desgracia está en boca de la política. Hace ya 30 años, estos vecinos tenían a bien defender el valor arquitectónico de un edificio de más 200 años. En su momento, según rezaba el periódico Cisneros se le llamaba la Casa del Señor Feudal y corría el peligro de ser derribado.


El alcalde de entonces, Ricardo Aresté, entendió la necesidad de su conservación, rehabilitación y evitar con ello su desaparición con el simple gesto de suspender la licencia de demolición, invitando al propietario la restitución del escudo heráldico que contenía. Además, inició la incoación de expediente para que la Dirección General de Bellas Artes, lo declarase monumento local. En 1991 se llevó a cabo un proyecto de restauración y adecuación del edificio para Centro de Salud Municipal. El proyecto fue realizado por el arquitecto D. Manuel Barbero Rebolledo, por encargo conjunto de la CAM y el Ayuntamiento. En gran medida se respetó la estructura y distribución original, lo que fuera vivienda ahora son consultas y lo que fuere la nave agrícola ahora es el parking de vehículos.

En origen se trataba de un conjunto de edificios, de distintas épocas, formado por una construcción de dos plantas dedicada a vivienda y distintas naves de una sola altura. El edificio presentaba en planta, un trazado en forma de “U”. El acceso principal se producía a través de un amplio jardín, al fondo del cual se disponían dos edificaciones: la vivienda propiamente dicha y una nave agrícola. Se corona el conjunto con alero de ladrillo. Por la especial forma de los dinteles de las ventanas de esta Casa Grande, de estilo herreriano, el maestro de obras podría haber sido D. Feliciano Conejo, pues son similares a las de la iglesia de Daganzo y Ajalvir, que salieron también de sus manos. De él sabemos que residió en Paracuellos entre los años 1785 y 1793 (momento que pudo haber sido construida la Casa Grande), año este último en el que se traslada a Ajalvir para hacerse cargo de la obra de su iglesia.


Sirva de ejemplo para poner en valor nuestro patrimonio y las formulas existentes para su conservación, para no caer en los peores enemigos del patrimonio: el olvido, la ruina del edificio y dotarles de una mala identidad. (+)