La asociación ecologistas PARVA denuncia el daño que están causando al patrimonio natural los colectores pluviales en barrancos de Paracuellos de Jarama y en el propio río Jarama.
La delegación local de la Asociación para la Recuperación del Bosque Autóctono (ARBA) afirma que además, suponen un riesgo para paseantes y ciclistas.
PARVA ha reclamado al Ayuntamiento de Paracuellos de Jarama, a la Confederación Hidrográfica del Tajo y a la Comunidad de Madrid que se detengan los vertidos, que se reubiquen los colectores a espacios donde no produzcan deterioro alguno al medio y que se señalicen los lugares peligrosos para las personas que salen a disfrutar del campo.
La asociación ecologistas, pide en un comunicado, que se realicen las tareas necesarias para la recuperación de los suelos y el paisaje afectados por al menos dos colectores pluviales.
Los fosos, afirman los ecologistas, se encuentran muy próximos a caminos muy frecuentados por senderistas y ciclistas.
Esta ubicación y no estar señalizados, potencian el riesgo de caída accidental en unas zanjas de las que sería prácticamente imposible salir o ser visto al accidentado.
Estos colectores vierten directamente el agua de la lluvia hacia barrancos de fuerte pendiente, provocando profundas cárcavas y el encajonamiento del arroyo con profundidades de hasta 3 metros y taludes verticales.
Todo ello ocurre, denuncian desde PARVA, en terrenos protegidos por el Plan General de Ordenación Urbana por sus valores paisajísticos y forestales.
Los materiales erosionados son arrastrados hacia zonas del dominio público hidráulico del río Jarama, en concreto en la Zona de Especial Conservación, el espacio de la Red Natura 2000 y un área calificada como Zona A de especial conservación conforme al Plan de Gestión de las Cuencas Jarama y Henares. (+)
La delegación local de la Asociación para la Recuperación del Bosque Autóctono (ARBA) afirma que además, suponen un riesgo para paseantes y ciclistas.
PARVA ha reclamado al Ayuntamiento de Paracuellos de Jarama, a la Confederación Hidrográfica del Tajo y a la Comunidad de Madrid que se detengan los vertidos, que se reubiquen los colectores a espacios donde no produzcan deterioro alguno al medio y que se señalicen los lugares peligrosos para las personas que salen a disfrutar del campo.
La asociación ecologistas, pide en un comunicado, que se realicen las tareas necesarias para la recuperación de los suelos y el paisaje afectados por al menos dos colectores pluviales.
Los fosos, afirman los ecologistas, se encuentran muy próximos a caminos muy frecuentados por senderistas y ciclistas.
Esta ubicación y no estar señalizados, potencian el riesgo de caída accidental en unas zanjas de las que sería prácticamente imposible salir o ser visto al accidentado.
Estos colectores vierten directamente el agua de la lluvia hacia barrancos de fuerte pendiente, provocando profundas cárcavas y el encajonamiento del arroyo con profundidades de hasta 3 metros y taludes verticales.
Todo ello ocurre, denuncian desde PARVA, en terrenos protegidos por el Plan General de Ordenación Urbana por sus valores paisajísticos y forestales.
Los materiales erosionados son arrastrados hacia zonas del dominio público hidráulico del río Jarama, en concreto en la Zona de Especial Conservación, el espacio de la Red Natura 2000 y un área calificada como Zona A de especial conservación conforme al Plan de Gestión de las Cuencas Jarama y Henares. (+)