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sábado, 4 de mayo de 2019

Eduardo Martínez Vázquez (1886-1971), el gran pintor olvidado que vivió en Paracuellos.


Inauguración de la Fuente de la Salud
Un espléndido y soleado 9 de abril de 1908 tuvo lugar la inauguración de la fuente de la Salud o fuente Seca, como la conoce la mayoría de los vecinos en la actualidad. La importancia de esta fuente radica en que era la única en el municipio que por ruina natural había quedado inservible en 1904. Por eso, después de cuatro largos años sin fuente teniendo los vecinos la penosa tarea diaria de transportar el agua desde manantiales alejados del pueblo, fue un día de fiesta para todo el pueblo. La importancia del momento nos lo confirma que al acto acudió toda corporación municipal, del ingeniero del Estado con su ayunte, Ingeniero de esta corporación y Autoridades de orden judicial y Eclesiástico, Maestros de la Escuelas Municipales de ambos sexos al frente de su alumnos y gran número de personas, no sólo de esta villa sino de pueblos inmediatos.
 

Terminado el acto, todos los invitados se trasladaron a casa del señor alcalde Don José María Meco y Moratilla donde fue servido un espléndido banquete por cortesía de su mujer. En mitad del banquete se pronunciaron algunos discursos. Uno de ellos lo pronunció el joven artista Don Eduardo Martínez Vázquez, que lo hizo con sentidos versos.
Eduardo Martínez Vázquez no fue un vecino más, sino un vecino ilustre de profesión pintor que vivió un tiempo con nosotros, ya que su padre fue medico de la localidad.

A partir de 1915 comenzó su actividad docente como profesor auxiliar de paisaje en la Escuela de Artes de San Fernando de Madrid, en 1939 fue nombrado catedrático interino de aire libre y en 1942 obtuvo por oposición la cátedra de paisaje.

Fue miembro de la Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría de Sevilla, Bellas Artes de Segovia y San Fernando de Madrid.

La mayor parte de su obra que está expuesta en diversos museos como el Museo de Bellas Artes de Sevilla. (Ver más >)