Belvis del Jarama es ahora una pedanía de Paracuellos, pero hace ochenta años fue un pueblo de colonización al que llegaron vecinos de distintos puntos de la geografía española. Su estructura urbana, trazada casi a tiralíneas, y sus casas bajas de color blanco son las señas de identidad de esta operación agraria del franquismo que entregaba vivienda y una parcela a los colonos.
A cambio, estos reintegraban al estado un porcentaje de los rendimientos que obtenían de los animales y del campo y podían llegar a adquirir la casa y el terreno a lo largo de los años. Siguiendo esta política se establecieron trescientos pueblos en numerosas provincias. (Ver vídeo - minuto 11)