Marisa Codina habla. Y en su voz habita el legado de su bisabuelo, de su abuelo, de su padre y de ella misma. El legado de una familia entregada a la fundición.
Marisa, acompañada por su hermano Miguel Ángel, es hoy dueña de Codina Escultura. Y en sus manos están las estatuillas de los Goya. No como premiada, pero sí como creadora. Porque desde hace seis años esta fundición de la localidad madrileña de Paracuellos del Jarama es la encargada de darle forma a las estatuillas que mañana en la gala de Granada reconocerán a lo mejor del cine español de este año. (+)