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miércoles, 10 de junio de 2020

El olvidado Convento de Paracuellos

D. Arias Pardo Saavedra, primer señor de Paracuellos después de la venta de la Encomienda de la Orden de Santiago, falleció en Toledo el 13 de enero de 1561, heredando su hijo primogénito Juan Pardo Tavera (recibe el nombre en honor a su tío que tanto le había ayudado) el mayorazgo de Malagón (al que recordemos, pertenecía Paracuellos).

Su esposa, Doña Luisa de la Cerda, quedó tan dolida por la temprana muerte de su esposo, que no había consuelo humano para mitigar su sentimiento. Para suavizar el duro golpe, le hablaron de una religiosa abulense Teresa de Ávila de rara virtud y gracia para el alivio de semejantes aflicciones. La religiosa fue hija espiritual de san Pedro de Alcántara, amigo personal de Dña. Luisa de la Cerda y que sería conocida después como santa Teresa de Jesús. El santo de Alcántara escribió a Doña Luisa de la Cerda para que le hiciese el gusto de recibir a la santa, y que fuese con ella unos días y se instalase en su casa, pues no veía otro medio ni remedio para su consuelo y alivio. Doña Luisa de la Cerda accedió a recibir a santa Teresa en la navidad del año 1561 y estuvo en el palacio de la marquesa hasta que recibió un nuevo destino. Santa Teresa le invitó a obtener consuelo construyendo en Malagón un convento, idea que Doña Luisa en un primer momento rechaza, pero cuando el tiempo va curando su dolor, ve que la construcción de un convento puede ser el alivio de sus penas. Pero no lo funda en Malagón, sino en Paracuellos. Así fue cómo se fundó en 1570 el convento de los franciscanos descalzos de san Luis en la rivera del Jarama, a media legua apartado hacia occidente de la villa de Paracuellos. (+)