Tal día como hoy, nos presentamos en Paracuellos del Jarama, una pequeña localidad a las afueras de Madrid, cerca de Barajas. De hecho, desde nuestro destino, el estudio-vivienda de Diana Larrea, vemos las pistas del aeródromo, a lo lejos, en una extraña línea de vegetación que acaba en un acantilado. Seis años hace que ella se trasladó hasta aquí, antes de abandonar su domicilio (que también era su taller) en la capital, en la zona de Tirso de Molina: «La primera etapa allí la disfruté mucho, hasta que nació mi hijo. Entonces todo se me hizo muy cuesta arriba. No podía disfrutar de las ventajas de vivir en el centro –pues, con un niño, la capacidad de improvisación no la tienes– y me comía todos los inconvenientes. Pero me gustaría volver, no sé cuando...».
Larrea siempre ha tendido a introducir el estudio en la vivienda. Eso se debe a que le gusta hacer descansos, ir cambiando de actividad. «A no ser que esté centrada en algo concreto que me exija mucha dedicación, me gusta tomarme las cosas con calma», nos explica: «Vivir en una zona tan periférica tiene ventajas. El metro cuadrado es más barato, cuento con más espacio, el vecindario es muy tranquilo para trabajar. Pero cualquier cita, cualquier inauguración, exige un desplazamiento. Esto no está muy bien comunicado y soy madre de un niño de 9 años que depende todavía de mí, de forma que es un verdadero encaje de bolillos organizarlo todo para que cuadre». (Ver más >)
Larrea siempre ha tendido a introducir el estudio en la vivienda. Eso se debe a que le gusta hacer descansos, ir cambiando de actividad. «A no ser que esté centrada en algo concreto que me exija mucha dedicación, me gusta tomarme las cosas con calma», nos explica: «Vivir en una zona tan periférica tiene ventajas. El metro cuadrado es más barato, cuento con más espacio, el vecindario es muy tranquilo para trabajar. Pero cualquier cita, cualquier inauguración, exige un desplazamiento. Esto no está muy bien comunicado y soy madre de un niño de 9 años que depende todavía de mí, de forma que es un verdadero encaje de bolillos organizarlo todo para que cuadre». (Ver más >)