La pista rectangular, de unos 35 por 25 metros, está compuesta por una bañera central de dos zonas y un área perimetral, en tres niveles, con elementos que simulan barandillas o bancos y que utilizan los patinadores para realizar figuras y saltos.
Según el consejero de Administración Local y Digitalización del Gobierno regional, Carlos Izquierdo, recordar a Ignacio Echeverría no es casual. “Estas instalaciones sirven para rendir homenaje a un joven que antepuso la vida de los demás a la suya propia. Sus gestos de valentía y generosidad deben ser los que inspiren a todos los jóvenes madrileños, especialmente a todos aquellos que aman la práctica de este deporte, pues la imagen de Ignacio y su inseparable monopatín ya es un símbolo que nos acompañará siempre”, ha señalado. (+)