¿Se imaginan que casi 3 millones de españoles hubieran sido condenados como delincuentes o estuvieran siendo investigados como sospechosos de serlo? Esa es la estremecedora proporción que resulta de extrapolar al padrón del país (2,92 millones de 46,65) la inquietante tasa de delincuencia que se da entre quienes se han sentado en el Consejo de Ministros en los 40 años de democracia: un 6,28% con 5 condenados, 6 en el banquillo o esperando sentencia (Rodrigo Rato figura en ambos grupos) y 3 imputados o en prisión preventiva de un total de 207, incluyendo los 5 presidentes que antes no fueron ministros.
Parece obvio que los gabinetes no podrían llegar a ser calificados de cleptocráticos, en referencia al “sistema de gobierno en el que prima el interés por el enriquecimiento propio a costa de los bienes públicos”, ya que la mayoría de los delitos condenados o investigados se produjeron tras el desempeño de las carteras ministeriales. (Ver más >)
Parece obvio que los gabinetes no podrían llegar a ser calificados de cleptocráticos, en referencia al “sistema de gobierno en el que prima el interés por el enriquecimiento propio a costa de los bienes públicos”, ya que la mayoría de los delitos condenados o investigados se produjeron tras el desempeño de las carteras ministeriales. (Ver más >)