El caso del desaparecido campo de golf del Canal de Isabel II, en el distrito de Chamberí, representa un manual de la corrupción con tintes carpetovetónicos en aquel Madrid que gobernó Esperanza Aguirre. El juez del caso Lezo acaba de dictar el auto que muestra el camino del banquillo al entonces número dos del Ejecutivo autonómico del PP y presidente de la empresa pública de aguas, Ignacio González, en una trama en la que el político se acompaña de su hermano, un cuñado, otro socio y un alto cargo de la cuerda ideológica. Rugbyrug by
Del auto de Manuel García-Castellón y del escrito de la fiscal Anticorrupción Ana Cuenca se desprende una historia que se resume así: la presidenta del Gobierno autonómico, Esperanza Aguirre, destinó 58 millones de euros del erario público para hacer realidad el capricho de que un deporte minoritario como el golf, su preferido, pudiera expandirse teniendo un campo en pleno centro de Madrid. Su número dos aprovechó la idea para sacar tajada, con la colaboración del gerente del Canal, Ildefonso de Miguel, y la ayuda determinante de dos familiares, que ocultaron estar detrás de una empresa adjudicataria. (+)
Del auto de Manuel García-Castellón y del escrito de la fiscal Anticorrupción Ana Cuenca se desprende una historia que se resume así: la presidenta del Gobierno autonómico, Esperanza Aguirre, destinó 58 millones de euros del erario público para hacer realidad el capricho de que un deporte minoritario como el golf, su preferido, pudiera expandirse teniendo un campo en pleno centro de Madrid. Su número dos aprovechó la idea para sacar tajada, con la colaboración del gerente del Canal, Ildefonso de Miguel, y la ayuda determinante de dos familiares, que ocultaron estar detrás de una empresa adjudicataria. (+)