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jueves, 4 de junio de 2015

Nuevo PP de Paracuellos, los vecinos opinan

Como ya es habitual durante las negociaciones para formar equipo de gobierno, los foros se calientan.
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A continuación recogemos algunos comentarios relacionados con el PP de Paracuellos que no dejarán indiferente a nadie;




Este nuevo PP de Paracuellos está siendo la vergüenza de propios y extraños. Lo nunca visto: acoso permanente al administrador del foro con amenazas constantes, irrupción en un acto institucional para hacer campaña arrebatándole el micrófono al presentador, intento de enfrentamiento entre otros partidos basándose en mentiras, irrupción de chusma en el foro de un paupérrimo nivel intelectual...
Esto nunca hasta ahora había sido así. Los propios militantes de base de Paracuellos están avergonzados de quienes dicen representarles.

Pero, analicemos, ¿quienes forman este nuevo PP?
Silvia Martínez Pino, actual concejala de Formación y Empleo. Se ha dicho ya de todo de ella y nada bueno. Su principal mérito durante estos cuatro años ha sido estar siempre pegada a Fernando Zurita. No vamos a repertirnos. lo mejor es que quién quiera saber algo de ella pregunte por ahí. Que pregunte a los empleados del ayuntamiento por ella, a sus compañeros de partido, a sus vecinos. Que pregunten a quienes han trabajado con ella a ver si alguien es capaz de decir algo bueno de esta señora.

Benito. Empresario local, se llevaba muy bien con Zurita, luego encabezó un grupo que quería desbancarle y fracasó y ahora va de segundo en la lista que encabeza su marioneta. Muy conocido por haber implantado una gasolinera en el lugar menos propicio, conchavado con Mesa, entonces alcalde y cabeza de lista de UXP, después de un más que controvertido procedimiento.

Pablo Martín. Sería muy fácil hacer sangre con Pablo Martín. Militante de ICXP  hasta hace tres días, dio el salto al PP en cuanto se enteró que en este partido no iría en puestos relevantes. Una persona que caía bien, ha sido la gran decepción entre todos aquellos que le conocen. Da mucha pena y tristeza ver lo barato que se cotizan los principios. Pero más cornás da el hambre.


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