El juicio de la Gürtel está terminando estos días, pero casi nadie está mirando. Pocas tertulias, pocos editoriales, pocas conversaciones en los bares y poca indignación en las televisiones conforme vamos sabiendo más cosas sobre el fango en el que se movía el PP.
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Un caso que revela “un sistema” creado premeditadamente para delinquir. “Un enriquecimiento que se consiguió con el abuso de las funciones públicas de los acusados” que “viciaron los procedimientos de contratación”, en palabras de la fiscal. Y es que las banderas tapan muy bien la mugre. (Ver más >)