La posverdad no es el uso abusivo de la mentira, ¡ojalá! Es mucho más grave y de pronóstico mortal. Es la indiferencia hacia la constatación de lo hechos. Es una actitud que vuelve irrelevante la información justificada, que solamente es sensible a los efectos emocionales y prácticos del mensaje, y le importa un pimiento su relación con los hechos.
Es, sin más, el uso estratégico de la indiferencia a la verdad, a los datos contrastados y a los hechos como instrumento político, económico y social. La posverdad es la industria y manufactoría de los mensajes que producen reacciones emocionales que son independientes de su relación con la realidad. Todo entra en la olla: teorías de la conspiración, cotilleos, susurros, maledicencias, calentones,..., cualquier pronunciamiento que genere atención colectiva al mensaje y pereza por la comprobación de su verdad o verosimilitud. (Ver más >)
Es, sin más, el uso estratégico de la indiferencia a la verdad, a los datos contrastados y a los hechos como instrumento político, económico y social. La posverdad es la industria y manufactoría de los mensajes que producen reacciones emocionales que son independientes de su relación con la realidad. Todo entra en la olla: teorías de la conspiración, cotilleos, susurros, maledicencias, calentones,..., cualquier pronunciamiento que genere atención colectiva al mensaje y pereza por la comprobación de su verdad o verosimilitud. (Ver más >)