El 4-M deja una digestión difícil en el PSOE. El calado del batacazo sufrido en la Comunidad de Madrid, perdiendo 13 escaños y 270.000 votos, y dejando de ser líder de la oposición tras el sorpasso de Más Madrid, incluido en Paracuellos, nunca fue imaginado ni en la dirección socialista ni en el Gobierno.
Los socialistas trazan ahora un 'cordón sanitario' a Madrid argumentando que son sólo unos comicios autonómicos, pero la herida sangra: "Hemos sufrido una derrota que no esperábamos". Los números no dejan dudas. La campaña del PSOE de Madrid, tutelada desde La Moncloa por el equipo de Pedro Sánchez, no ha logrado su objetivo y no ha movilizado a su electorado. El fracaso genera inquietud en el partido. (+)