Su decisión de dejarlo es definitiva, ya que también dimite de todos sus cargos orgánicos dentro de Ciudadanos: como presidente del partido en la Comunidad de Madrid y como miembro de la dirección nacional en dos de sus comités.
Con Aguado, Ciudadanos ha conocido las dos caras más extremas de la política. Una es el éxito, cuando en 2019 lideró una candidatura que, con 26 escaños, se quedó muy próxima al PP y supuso la entrada de los naranjas en un gobierno de coalición encabezado por Ayuso, como él como vicepresidente.
La segunda es la del fracaso, expresada de manera muy cruda en las recientes elecciones autonómicas del 4 de mayo, cuando Ciudadanos pasó de aquellos 26 escaños a tener cero, tras ni siquiera alcanzar el 4% del voto. Es decir, de vicepresidir un gobierno, a quedarse fuera de la Asamblea.Entre las dos fechas mencionadas está la clave de esta historia y la explicación del atropellado final de Aguado. (+)