En la Cuenca Media del Jarama, encaramado sobre un cerro, se ubica este municipio de gran belleza denominado el balcón de Madrid por las vistas que tiene sobre la capital. Cuenta con varios miradores, como el del Picón del Cura o el de Paracuellos, desde el que se disfruta de las mejores panorámicas de los despegues y aterrizajes de los aviones del aeropuerto de Barajas-Adolfo Suárez.
Entre los encantos históricos de la localidad, merecen una visita la Iglesia de San Vicente Mártir, de 1581; el elegante Palacio de los duques de Medinaceli (1541), el Cementerio de los Mártires, en honor a las personas fusiladas en noviembre de 1936, durante la Guerra Civil; o los restos del Castillo de Malsobaco, fortaleza triangular que data del siglo IX, aproximadamente.
La población se encuentra a orillas del río Jarama, un entorno natural ideal para recorrer a lo largo de las seis rutas que transcurren por parajes llenos de vegetación de los alrededores, que llegan a lugares tan especiales como el antiguo lavadero, la Fuente Seca o Las Lagunas de Belvis, uno de los ecosistemas más singulares de la Comunidad de Madrid. (+)