El alcalde de la localidad, Jorge Alberto Campos, firmó el pasado 24 de abril un decreto «de recuperación de oficio y apeo» de una parte del terreno del camino Fuente Grande, que una vecina del municipio ocupó hace más de un año tras desmoronarse la valla de su terreno por culpa de unas fuertes precipitaciones. La propietaria de la finca avanzó unos metros hacia el camino vecinal, un paraje conocido y frecuentado por los paracuellenses ya que se encuentra junto al antiguo lavadero municipal.
En el escrito del regidor se decreta que los trabajos para la «recuperación posesoria» del camino empezarán el lunes, 6 de mayo, a las 09.30 horas. Los empleados municipales procederán al «deslinde y amojonamiento por medio de estacas» de la nueva delimitación de la citada finca, que deberá volver a la situación previa, ya que se ha acreditado la existencia «de una perturbación o pérdida de la posesión por parte de terceras personas» y, por tanto, «su carácter ilegítimo».
La propietaria se apropió del terreno, según el decreto del alcalde, «sin acto jurídico que legitime esta posesión contraria (…), al haberse variado el uso común previsto para el camino público y destinarse la porción usurpada a uso exclusivo de los particulares». En el citado caso, se subraya que «la perturbación ha sido reconocida por manifestación espontánea del presunto usurpador, por lo que consta la realización ilegítima de la misma». (+)
En el escrito del regidor se decreta que los trabajos para la «recuperación posesoria» del camino empezarán el lunes, 6 de mayo, a las 09.30 horas. Los empleados municipales procederán al «deslinde y amojonamiento por medio de estacas» de la nueva delimitación de la citada finca, que deberá volver a la situación previa, ya que se ha acreditado la existencia «de una perturbación o pérdida de la posesión por parte de terceras personas» y, por tanto, «su carácter ilegítimo».
La propietaria se apropió del terreno, según el decreto del alcalde, «sin acto jurídico que legitime esta posesión contraria (…), al haberse variado el uso común previsto para el camino público y destinarse la porción usurpada a uso exclusivo de los particulares». En el citado caso, se subraya que «la perturbación ha sido reconocida por manifestación espontánea del presunto usurpador, por lo que consta la realización ilegítima de la misma». (+)
