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lunes, 10 de abril de 2023

Paracuellos debe elegir: o más árboles o más muertes por calor

Donde antes había verdes y frondosos árboles, ahora solo queda cemento, plazas y calles donde el sol aprieta sin posibilidad de cobijo. Una estampa muy habitual en muchos rincones de España y otros países europeos, y que desde el punto de vista de la biodiversidad y el cambio climático no tiene sentido. Ahora, un estudio demuestra con datos algo que ya se presuponía: que acabar con los árboles también supone desprenderse de un aliado fundamental para la salud pública y contra el calor.


Un grupo de especialistas del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) ha estimado las tasas de mortalidad de los residentes mayores de 20 años en 93 ciudades europeas (lo que equivale a un total de 57 millones de habitantes) durante 2015. Los resultados, publicados en la revista The Lancet, muestran que, durante los meses de verano (de junio a agosto), las ciudades fueron de media 1,5 ºC más caliente que las zonas colindantes. Esto se debe al efecto de las islas de calor urbanas, un fenómeno que hace que los núcleos urbanos -donde hay mucha gente, poca vegetación y exceso de asfalto- tengan una temperatura más elevada que sus alrededores.

En total, 6.700 muertes prematuras podrían atribuirse a temperaturas urbanas más elevadas, lo que representa el 4,3% de la mortalidad total durante los meses de verano y el 1,8% de la mortalidad durante todo el año. Además, el estudio concluye que un tercio de estas muertes (2.644) podrían haberse evitado aumentando la cubierta arbórea hasta un 30%, reduciendo así las temperaturas.

Entre el casi centenar de ciudades europeas analizadas están las españolas Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Málaga, Murcia, Palma de Mallorca, Bilbao y Alicante. En general, las urbes con los mayores índices de mortalidad por exceso de calor se encuentran en el sur y el este de Europa, siendo estas ciudades las que más se beneficiarían de un aumento de la cubierta arbórea, señalan los autores. (+)