Las familias del colegio Alborada, escuela concertada en Alcalá de Henares (Madrid), recibieron hace unos días una carta. En ella, el director les explicaba: "Como veréis, en estos días hemos mandado al banco el recibo correspondiente al mes de abril. En dicho recibo aparecerá exclusivamente el cargo relativo a las actividades y servicios complementarios (hace referencia a profesores de actividades complementarias, tutores docentes personales, talleres de inglés, orientación, enfermería, parte de los servicios de secretaría y mantenimiento del centro, plataformas digitales y otros gastos que no están financiados por el concierto educativo). El resto de conceptos (comedor, permanencia, ruta, actividades extraescolares, etc.) no se cargarán hasta que volvamos a la actividad presencial habitual".
Esta misiva parece dar la razón a la FAPA Giner de los Ríos de Madrid, que ha denunciado que muchos centros concertados siguen cobrando las cuotas que pagan las familias a los centros –y cuya legalidad ya está discutida en general– pese a que no hay clases que las justifiquen, según la federación de asociaciones de familias de la escuela pública.
"Varias familias nos han hecho consultas porque les han pasado las cuotas en abril", afirma Camiló Jené, presidente de la FAPA. "En este estado de alarma, es necesario que los centros privados concertados informen de forma adecuada a las familias en cuanto a la voluntariedad en el pago de estas cuotas, y más aún cuando en este periodo no se recibe ninguno de los servicios a los que dicen acogerse con este pago", explican desde la FAPA, donde cifran en unos 150 euros al mes la aportación media. (Ver más >)
Esta misiva parece dar la razón a la FAPA Giner de los Ríos de Madrid, que ha denunciado que muchos centros concertados siguen cobrando las cuotas que pagan las familias a los centros –y cuya legalidad ya está discutida en general– pese a que no hay clases que las justifiquen, según la federación de asociaciones de familias de la escuela pública.
"Varias familias nos han hecho consultas porque les han pasado las cuotas en abril", afirma Camiló Jené, presidente de la FAPA. "En este estado de alarma, es necesario que los centros privados concertados informen de forma adecuada a las familias en cuanto a la voluntariedad en el pago de estas cuotas, y más aún cuando en este periodo no se recibe ninguno de los servicios a los que dicen acogerse con este pago", explican desde la FAPA, donde cifran en unos 150 euros al mes la aportación media. (Ver más >)