TOLSA vuelve con sus excavadoras, 15 años después, a destrozar un santuario de aves
La cantera, inactiva desde hace 14 años, se ha convertido en un refugio impensable para las aves en Madrid. Inundado de agua tras el fin de las excavaciones en 2007, el hueco que dejaron treinta años de extracción de sepiolita en el este de la ciudad es ahora un santuario para cientos de especies, algunas amenazadas. Sin embargo, la perspectiva de apurar el yacimiento está a un paso de destruir esta burbuja verde. En un lado de la balanza, un estallido de biodiversidad. En el otro, mineral accesible por valor de casi 40 millones de euros.
La empresa minera TOLSA, que no ha querido ofrecer su visión sobre este asunto, no renuncia a los miles de toneladas de material que, calculan, aún esperan en las vetas por debajo del lecho de Ambroz y sus alrededores. (+)
La combinación de las amenazas por la explotación y las ya producidas con el desvío del cauce ocasionado por la ampliación del aeropuerto de Barajas, dejará literalmente desolado el tramo del Jarama entre el puente de Paracuellos y San Fernando de Henares.
En cuanto a los efectos a la salud de los habitantes de Paracuellos, hay que señalar que este tipo de explotaciones generan sustancias en suspensión que pueden ocasionar graves afecciones respiratorias (silicosis) o incluso efectos cancerígenos .
Estas emisiones peligrosas serán sufridas especialmente por los residentes de las cercanas urbanizaciones de "Residencial el Jarama" y "Los Berrocales", además de tener que soportar ruidos y un tráfico intenso a diario.