Desde hace tiempo el estado ecológico de los ríos madrileños no es bueno, especialmente los tramos medios y más aún los tramos bajos. Los vertidos de aguas residuales, pesticidas y abonos agrícolas, escombreras, construcciones ilegales, infraestructuras obsoletas, etc degradan la calidad del agua y los ecosistemas fluviales.
Las administraciones responsables, ya sea la Confederación Hidrográfica del Tajo, el Canal de Isabel II o la Consejería de Medio Ambiente miran para otro lado mientras algunos ríos y arroyos se han convertido en auténticos colectores de porquería a cielo abierto. Esta degradación no solo esun problema ambiental, también supone una amenaza para la salud de las personas.
Frente a esta desidia, están surgiendo movimientos ciudadanos que organizan quedadas para recoger basura o se coordinan para exigir a sus ayuntamientos más implicación.
En este contexto, numerosos colectivos madrileños y de la cuenca del Tajo, aprovechando la celebración del Día Mundial del Agua, hemos decidido movilizarnos y gritar que queremos ríos vivos con agua para la vida. Para conseguirlo necesitamos políticas decididas que frenen la degradación de nuestros ríos y arroyos y los traten como ecosistemas esenciales para la vida y el disfrute urbano y rural. Y para ello, tenemos que ser muchas personas las que salgamos a la calle. (+)
Las administraciones responsables, ya sea la Confederación Hidrográfica del Tajo, el Canal de Isabel II o la Consejería de Medio Ambiente miran para otro lado mientras algunos ríos y arroyos se han convertido en auténticos colectores de porquería a cielo abierto. Esta degradación no solo esun problema ambiental, también supone una amenaza para la salud de las personas.
Frente a esta desidia, están surgiendo movimientos ciudadanos que organizan quedadas para recoger basura o se coordinan para exigir a sus ayuntamientos más implicación.
En este contexto, numerosos colectivos madrileños y de la cuenca del Tajo, aprovechando la celebración del Día Mundial del Agua, hemos decidido movilizarnos y gritar que queremos ríos vivos con agua para la vida. Para conseguirlo necesitamos políticas decididas que frenen la degradación de nuestros ríos y arroyos y los traten como ecosistemas esenciales para la vida y el disfrute urbano y rural. Y para ello, tenemos que ser muchas personas las que salgamos a la calle. (+)