Los afectados por el tráfico aéreo recuerdan que, en ese mismo año, los datos señalaban al aeropuerto de Barajas como el cuarto más contaminante de toda la Unión Europea. Denuncian que la situación es muy preocupante, ya que el proyecto de ampliación va claramente en contra de las directrices reflejadas en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, que pretende alcanzar una reducción de emisiones del 45% para el año 2030.
En el estudio también se señala que el aeropuerto constituye el principal foco de emisión de dióxido de nitrógeno de la Comunidad de Madrid, por lo que afecta considerablemente a la calidad del aire respirable en la región, especialmente en los municipios que sufren el sobrevuelo de aviones, como pueden ser Belvis de Jarama, Paracuellos de Jarama, Algete, San Fernando de Henares, San Sebastián de los Reyes o incluso Colmenar Viejo.
Estas asociaciones advierten del peligro que supone igualmente para la salud pública la presencia de partículas en suspensión en el aire, ya que estas generan enfermedades como el cáncer o problemas cardiovasculares. Unas circunstancias que se suman a los problemas que de por sí suponen la presencia de los aviones en núcleos urbanos, como el agravio al medio ambiente o los problemas de ruido para la ciudadanía. La huella sonora del aeropuerto abarca hasta 16 municipios y afecta a casi 700.000 habitantes en toda la región.
Desde la Plataforma contra la ampliación de Barajas y la Asociación para la Defensa de Belvis se reclama la paralización total del proyecto de ampliación del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. (+)
