Como en la primera ola del coronavirus, vuelve el éxodo de habitantes de Madrid.
Muchos madrileños han decidido instalarse en sus segundas residencias con el fin de esquivar las restricciones de movilidad que planean sobre diez municipios madrileños, incluida la capital, engrosando en muchos casos el padrón de los pequeños pueblos serranos.
Y es que hay municipios donde la llegada a las segundas residencias va acompañada de un incremento de vecinos censados, como en Pelayos de la Presa (con unos 2.475 habitantes al suroeste de la Comunidad de Madrid), donde esta semana ha habido un incremento de 25 empadronados; o del cercano Rozas de Puerto Real, donde su población habitual, con 530 habitantes, cuenta ahora con medio centenar de empadronados más. «Es un crecimiento altísimo para una población de menos de 600 habitantes», ha dicho a Efe su alcalde, Javier Vedía. (+)