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lunes, 31 de enero de 2022

La insostenible contaminación que asfixia al río Jarama

Decenas de vecinos del sur metropolitano de la comunidad visibilizaron con una marcha senderista el grave problema de degradación que sufren ríos como el Jarama o el Manzanares. La situación, denuncian, es insostenible, porque viven rodeados de cloacas. Zonas naturales llenas de escombreras ilegales, vertidos tóxicos sin control, contaminación de los suelos y las aguas fluviales, basura que se acumula en las orillas, plagas de insectos y ruidos procedentes de las depuradoras. Un simple paseo por los tramos sur de los caminos que recorren las riberas fluviales nos muestra tan drástica imagen.

La Asociación para la Recuperación del Bosque Autóctono (ARBA), la Asociación Ecologista del Jarama 'El Soto', Ecologistas en Acción, el Grupo de Acción para el Medio Ambiente (GRAMA), Jarama Vivo y la Plataforma Ríos Limpios, de reciente creación, señalan a las administraciones por su inacción. Mientras, los vecinos sufren las consecuencias de un problema medioambiental que no atajan sus responsables. Los ayuntamientos son los encargados de gestionar las redes de saneamiento. La Consejería de Medio Ambiente tiene la misión de preservar las zonas naturales. Es responsabilidad del Canal de Isabel II depurar las aguas residuales. Y es la Confederación Hidrográfica del Tajo quien debe vigilar la calidad de las aguas.

El problema no es nuevo. En el año 2010, la revista “Journal of Environmental Analytical Chemistry” publicó un estudio realizado por científicos del Instituto Madrileño de Estudios Avanzados de Materiales (IMDEA) y la Universidad de Almería. Las conclusiones, preocupantes. Los ríos de Madrid, decía aquel estudio, acumulaban hasta 88 elementos contaminantes, porque las depuradoras no filtran el 100 por 100 de las aguas residuales.

Sumado a la contaminación invisible del agua, lo que se ve y se huele: los vertidos ilegales de aguas fecales en puntos negros como el arroyo de Valdebebas, afluente que llega al Jarama en la zona de Paracuellos, al lado de la pista 36-R del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid - Barajas. En el año 2012, hace una década, la Asociación Ecologista del Jarama “El Soto”, con Antonio Martínez al frente, fue una de las agrupaciones que denunciaron la proliferación de vertidos ilegales al Jarama, desde el contaminado arroyo de Valdebebas. Dos lustros después, la Fiscalía de Madrid ha puesto en marcha el proceso judicial, después de ser aceptada la denuncia presentada en 2020 ante el Seprona de la Guardia Civil.

“El río Jarama es el más importante de la Comunidad de Madrid y también uno de los más contaminados de España y de Occidente. Es un río plagado de residuos como las toallitas. Se ha convertido en un colector a cielo abierto en su tramo medio”. La narración de Antonio sobrecoge. “Malos olores y la biodiversidad alterada hasta el punto de no encontrar peces autóctonos en buena parte del curso del río Jarama”. Y son ya 10 años delatando esta situación, se lamenta. “Una década denunciando los vertidos de aguas fecales. Un problema que conocen la Comunidad de Madrid, la Confederación Hidrográfica del Tajo, todos los ayuntamientos y no han hecho nada. Se han puesto de perfil y han mirado para otro lado”. Esto, en el curso del río Jarama. (+)

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