Esta protesta no es simplemente contra una obra. Las raíces hay que buscarlas en 25 años de gestión del Partido Popular cuya supervivencia económica y política se ha basado en privatizar servicios públicos, regalar suelo público a las empresas privadas y adjudicar contratos millonarios a cambio de comisiones. Así es como se forjó, priorizando el interés de los empresarios frente al del conjunto de los trabajadores madrileños, la trama Gürtel en Madrid.
Cuando gritamos “obras o la vida de los trabajadores” estamos recordando la gestión de las residencias de Ayuso que condujo a la muerte a 7.291 ancianos. Estamos recordando como Ayuso construyó un “hospital” nuevo, el hangar Isabel Zendal, con un coste de 170 millones de euros, para adjudicar su gestión a la empresa Serveo, la antigua Ferrovial. No nos olvidamos de la muerte de un niño en Paracuellos del Jarama por no haber médico en el centro de Urgencias de la localidad debido a los recortes y traslados de personal ejecutados por la Comunidad de Madrid.
Como todos los madrileños sabemos, no hay dinero para la educación y la sanidad pública; pero sí para las empresas privadas y para la familia de Ayuso a la que se le concedió un crédito de 400.000 euros aún sin devolver. (+)
Como todos los madrileños sabemos, no hay dinero para la educación y la sanidad pública; pero sí para las empresas privadas y para la familia de Ayuso a la que se le concedió un crédito de 400.000 euros aún sin devolver. (+)